CARTILLA PARA MILITANTES N° 4
“LA AUTODENOMINADA REVOLUCIÓN ARGENTINA” (1966 – 1973)
Es indudable que un tema como éste puede ser analizado desde distintos puntos
de vista. Nosotros sólo resaltaremos los aspectos que nos interesan
directamente, para el análisis que venimos haciendo. Por demás, una profusa
literatura hay escrita sobre el tema, entre los que brilla -para comprender la
primera etapa- ese lúcido y profundo “Informe para las Bases” que escribiera el
compañero John William Cooke.
a) El onganiato (desde el régimen)
– El Partido Militar cumple un papel protagonice asumiendo la representación
política de los intereses económicos de la burguesía industrial monopolista, que
como habíamos visto en Cartillas anteriores venía desarrollando una lucha
frente a otros sectores de las clases dominantes para ejercer la hegemonía del
bloque.
– Junto al Partido Militar dos centros de poder participan del nuevo proyecto: la
tecnocracia ubicada en el Aparato del Estado y la burocracia sindical.
– En el nivel económico, el Onganiato se propone:
“Lo que buscan las autoridades del país es evitar la transferencia de ingresos en
gran escala de unos sectores a otros. Dentro de cada sector se desea premiar a
los más eficientes y que este premio sea el resultado de su propio esfuerzo”.
Krieger Vasena
“El gobierno de la revolución argentina puso en marcha… el programa de
estabilidad monetaria que aparecía como una necesidad inherente al desarrollo
de una sociedad industrial moderna con alto nivel de capitalización y eficiencia.
En los hechos (apolítica se reveló como conducente a reforzar el proceso de
concentración industrial promoviendo el desarrollo de las industrias básicas y
de capital y a lograr incrementos de productividad eliminando a las empresas
ineficientes. .. los aportes del capital extranjero fueron reducidos debido a la
mayor rigidez del mercado internacional de capitales, pero en cambio las
empresas de capital extranjero ya radicadas en el país aumentaron su
participación en la oferta gracias a su mayor capacidad financiera para
adaptarse a la política de estabilidad. . . Hubo además un traspaso importante
de empresas nacionales al capital extranjero debido principalmente a los efectos
negativos de la devaluación, sobre las deudas de aquellas empresas en el
exterior”.
Plan. Nac. de Desarrollo 1970 74. CONADE
– O sea, la política “eficientista” de Krieger tendía a favorecer directa y
desnudamente a las grandes empresas monopólicas en detrimento del
subdesarrollado empresariado nacional medio y pequeño.
– La política “eficientista” de Krieger se basaba en la superexplotación de la clase
obrera con la congelación lisa y llana de los salarios y la suspensión de las
paritarias.
– Por primera vez -desde 1955- la oligarquía no se beneficiaría directamente a
través de las devaluaciones al establecerse impuestos (o retenciones) a la
exportación de productos tradicionales, que tenían la misma proporción que la
devaluación de productos tradicionales, que se realiza y que a través del Estado
van a beneficiar a la industria. Además, por primera vez se efectiviza el
impuesto a la propiedad de la tierra y comienza a plantearse la necesidad del’
impuesto sobre la renta territorial. Tanto es así, que esa oligarquía debe recurrir
al boicot, a la venta de carne consiguiendo en Octubre de 1970. El levantamiento
temporario” de las retenciones a la exportación.
– La devaluación, bajo la conducción Krieger, pasa a ser un arma poderosa para
fortificar la política de concentración industrial. A través de ella, se obliga a las
empresas menores a desaparecer o unirse a los sectores monopólicos. Las
“desnacionalizaciones” que se producen en el Onganiato son por todos
conocidos.
– En el nivel político, el Onganiato se propone:
– El plan monopolista de Krieger tenía su correlato, con un modelo de estado
autoritario, que concentraba el poder asociando los núcleos de decisión
económica con los de decisión política.
– Se eliminó así, por decreto la existencia de los partidos políticos y la existencia
de un Parlamento que era un obstáculo para la centralización del poder.
– Las aproximaciones a la burocracia sindical y el proyecto corporativista tenían
como objeto neutralizar el peronismo integrando la fracción integrable del
mismo.
– Sostener con agresividad esta política de los Monopolios hacía necesario
Implementar la violencia para instaurar una paz a palos, que permitiese
concretar las aspiraciones monopólicas. Las históricas huelgas de los portuarios,
de los petroleros, de la FOTIA tucumana, etc., quedan como símbolo de esa
violencia desencarnada y desnuda del régimen de los monopolios y como el
comienzo de una reacción popular que terminaría de cuajar en el “Cordobazo”,
destruyendo las ambiciones monopólicas.
-El plan tecnocrático del Onganiato (o del Kriegerismo) fue combatido por la
clase obrera y el pueblo peronista desde su comienzo enfrentando a sus
direcciones claudicantes y el nivel alcanzado por las movilizaciones hace entrar
en crisis a dos de sus soportes fundamentales: la Burocracia Sindical y las
Fuerzas Armadas que comienzan a preparar el advenimiento del Lanussismo.
b) El Onganiato (desde el proyecto revolucionario)
– Nos interesa destacar algunos elementos en este sentido, porque es en el
Onganiato -por un análisis simplista y acientífico- donde comienza a afianzarse
la concepción idealizada del Movimiento Peronista, la asunción “desde arriba”
del mismo.
– El Onganiato marca por un lado el comienzo de una lucha social cada vez más
importante, en cierta manera espontánea y sin una organización política que
expresara los contenidos de clase de esas luchas.
– Esa movilización permanente de las masas y su participación protagónica pone
en cuestión al sistema capitalista mismo donde aparecen elementos por el que
se va exigiendo una resolución socialista para la crisis argentina.
– Esas movilizaciones comienzan a ser el reflejo en lo social de la contradicción
que de alguna manera estaba presente ya, en las relaciones económicas de la
sociedad. O sea, capital monopolista versus clase obrera industrial.
– Es decir, que se profundiza, sé clarifica el proceso abierto en 1955 y al
profundizarse se van desnudando los dos proyectos que juegan -con carácter de
antagónico- en el seno del Movimiento. El proyecto burocrático-burgués y el
proyecto de la clase obrera y el pueblo peronista.
– Las clases populares en esa movilización permanente que estalla-en su
maduración- en 1969 da respuestas “autónomas” de la burocracia peronista y va
expresando en su inorgánica coherencia la necesidad de vertebración, la
necesidad de expresarse políticamente organizándose sin burócratas ni
traidores.
– En este sentido todo este proceso es importantísimo de analizar, pues, echa
mucha luz en la lectura de la realidad actual.
– Pero por otro lado, el Onganiato marca el surgimiento de las Organizaciones
Armadas, dentro de la concepción que hoy caracterizamos como “foquista”.
Nosotros no renegamos de la experiencia, pues, reflejaba el nivel de conciencia
política de los cuadros y en ese sentido históricamente se explica y se debe
valorar como experiencia revolucionaria. Nosotros no negamos la importancia
de la etapa foquista en el proceso argentino, su real incidencia en la
problemática del país, que junto a la movilización de I as masas echaron por
tierra el proyecto Onganía-Krieger. Pero, sin renegar ni negar, pretendemos,
hoy, caracterizar sin timideces y objetivamente esa etapa, asumiendo su
caracterización como serena auto-crítica.
– Podemos caracterizar, entonces, así al foquismo inicial:
1. El foquismo es, en general, una respuesta espontaneísta de la pequeñaburguesía radicalizada a los problemas generales del país.
2. El foquismo supone la incorporación del “Pueblo” al Ejército, mediante la
creación del foco irradiador de conciencia, en nuestro caso fundamentalmentemetodológico. O sea, la asunción de la lucha armada. Supone ya un nivel de
conciencia en ese “Pueblo” (para nosotros léase Movimiento Peronista
entendido como una Unidad) que es -conscientemente asumido o no- el sujeto
histórico descubierto como eje de una Revolución que deberá ser “nacional” en
su carácter. El Socialismo aparece -en todo caso- como una conclusión lineal de
este proceso de Liberación Nacional y de alguna manera, bastante mecanicista
en su concepción.
3. Es una propuesta desde arriba de las bases, que pretende englobar en sí todas
las movilizaciones populares (sin tener real incidencia en ellas). Las
Organizaciones como embrión del Ejército Popular se proponen como meta en
sí.
4. Todo esto supone la subordinación de lo político a lo militar y demostrar su
permanencia en el tiempo necesita plantearse-en nuestro caso en pleno G.A.N.-
su inserción en las bases (necesidad que se torna imperiosa y que facilita los
desviacionismos populistas u oportunistas). Pero aun allí, la lucha política, la
práctica política, está al servicio de la estructura militar y en dependencia de lo
“armado”.
5. El foco, además de ser una propuesta desde arriba, implica también asumir
desde arriba (interpretando los “deseos”) a la Clase Obrera. Se erige en
“representante” de lo que se reconoce como elemento dinámico del proceso,
aunque la categoría Clase Obrera aparezca inmersa en la categoría más
englobante y genérica de “Pueblo”.
6. El foquismo, a su vez, trascendiendo su carácter metodológico y adquiriendo
categoría ideológica, se esparce y determina todas las actitudes (aún las
personales). Esto pasó por la adquisición de una mística heroica, una supra
valoración del combatiente, una militarización de todos los aspectos de la vida.
7. Este foquismo es, sin duda, expresión de un voluntarismo armado, que pasa
por un desprecio de lo teórico (como tendencial), una desjerarquización de lo
político (absorción de cuadros políticos para la estructura militar) y el
convencimiento de que la práctica armada es el único criterio de verdad.
8. En definitiva, podemos decir que foquismo actúa en nombre de las masas y
para las masas, pero no con las masas. Movilización popular y práctica foquista
se dan como dos caminos paralelos. Mientras se va perfeccionando el nivel
militar de la práctica foquista, la clase obrera y el pueblo siguen manifestándose
espontáneamente buscando su organicidad propia para cumplir con su rol en el
proceso revolucionario.
9. La etapa foquista -en su faz militar- tiene vigencia hasta el lanzamiento y
maduración del G.A.N., en la etapa Lanussista, donde comienza a darse otro
proceso. Las Organizaciones empiezan a hablar de la superación del foco,
aunque para algunas -en la realidad-no sea una superación sino un mero
traslado de la concepción y la estructura foquista al campo de la política.
CONCLUSIÓN: el foquismo es en esencia un método y como tal no es bueno ni
malo, correcto o incorrecto. Su bondad o corrección dependerá de su
concordancia con la realidad, con el análisis que de ella se haga y las propuestas
políticas que a ella se ofrezca. Y nuestro análisis de la realidad era superficial y
por ende se constituía en respuesta espontaneísta a los problemas del país.
Tiene vigencia (e incidencia) por la realidad coyuntural del Onganiato donde la
congelación de lo político y la violencia institucional le crea un clima propicio
para su supervivencia y crecimiento. En ese sentido sirve a la lucha
antidictatorial. Pero como aporte a la organización de la clase obrera y el pueblo
peronista es donde muestra sus falencias, al suponer la posibilidad de un
proceso de Liberación Nacional prácticamente separado de la Liberación Social,
al asumir al Movimiento Peronista desde arriba, desde una realidad unitaria que
no tiene relación con la existencia de los proyectos antagónicos en su seno. A lo
cual colabora, también, la coyuntura al oscurecer el papel de la burocracia
política y su proyecto de integración del peronismo al sistema.
Ese foquismo es parte de nuestra historia y de la historia de la Revolución en la
Argentina.
En la próxima Cartilla trataremos de desarrollar la Revolución Argentina en su
etapa Lanussista.
“LA PAZ PERONISTA ES HACER LO QUE EL PUEBLO QUIERA” (Evita)
PERÓN O MUERTE
VIVA LA PATRIA
MONTONEROS JOSÉ SABINO NAVARRO