A la Srta. Elena Fernicola Ciudad Trujillo, 27 de mayo de 1958
Buenos Aires
Mi querida compañera:
Contesto su carta del 10 de mayo pasado que me llega por manos del compañero
Cooke y le agradezco su recuerdo y sus amables saludos que retribuyo con mi
mayor afecto.
Me alegra que se sienta Usted bien en el Comando Táctico y, en ese sentido, le
recomiendo que se ajuste en su conducta a las directivas precisas del compañero
Doctor Don John W. Cooke, que me representa allí por intermedio de la División
Operaciones del Comando. Superior Peronista. Sólo él tiene mis instrucciones y
Usted debe obrar dentro de las disposiciones que él imparta, porque de lo contrario
se nos va a embarullar el asunto.
He recibido unas cartas en que se me pregunta si es cierto que Usted está
encargada de organizar el Partido Peronista Femenino y yo he contestado que aún
no se ha establecido nada sobre tal organización que debe hacerse por intermedio
del Comando Táctico de Buenos Aires que es la autoridad que responde a las
directivas del Comando Superior Peronista. En este sentido hay que obrar con gran
prudencia porque puede ser muy perjudicial cualquier factor de anarquía. También
he recibido cartas de algunas compañeras en que me preguntan si la Señora de
Parodi tiene tal misión y que ha mostrado una carta mía, copiada, en la que yo
precisamente le digo que la organización del Partido es cuestión del Comando
Táctico.
He recibido también una nota en la que se me informa que Usted ha organizado
una rifa para allegar fondos con el fin de enviar delegadas al interior con el fin de
preparar la organización. El Comando Táctico tiene fondos para esas misiones y
no debe recurrirse a otro lado porque esas cosas nos perjudican mucho entre la
gente que siempre juzga mal estas cuestiones de dinero. Por eso le pido que
proceda con gran prudencia, limitándose a trabajar por intermedio del Comando
Táctico, en forma de no producir perturbaciones que, en estos momentos, son muy
perjudiciales. Yo sé que Usted es muy activa y trabajadora pero todo ese trabajo
puede canalizarse en el Comando y no obrar por su cuenta a fin de evitar estos
“tropezones”.
Veo por su carta que nuestra gente se encuentra en muy buen ánimo y que el
entusiasmo peronista crece por momentos, lo que me trae una gran satisfacción
porque yo no pienso en otra cosa que en ellos. Muchas gracias por sus amables
palabras y le ruego que transmita mis más afectuosos saludos a todas las
compañeras y compañeros con quienes Usted tenga ocasión de hablar.
Le ruego que hable con el compañero Cooke, a quien le he pedido en el mismo
sentido, para poder establecer la acción que Ustedes en el Comando deben seguir.
Un gran abrazo.
Juan Perón