Comandante de la 2da. Compañía. Buenos Aires, 1924
A la última pregunta:
He oído decir que el Ministro de Guerra se opondrá a nuestra ida a París (como
integrante del Equipo de Esgrima que se disponía a intervenir en los Juegos
Olímpicos). En tal caso, es doloroso confesarlo, habremos perdido en el Ejército
una parte del estímulo que siempre tuvieron nuestros superiores, listo para
brindarlo a los que se destacaron en ésta, que es materia militar.
Quizá se nos pueda reemplazar con más o menos éxito, pero indudablemente es la
última vez en mi vida que tomo un arma en mis manos para representar a nadie.
He decidido retirarme absolutamente de la Esgrima puesto que jamás me ha dado
sino trabajo e ingratitudes…
Seguiré haciéndola personalmente con mi maestro, pero renunciaré pertenecer a
ninguna entidad esgrimística.
Mi actuación indudablemente modesta es bien conocida entre los que hacen
esgrima, y especialmente en el Ejército donde fui campeón del arma espada desde
1918.
Mi tercer puesto del Equipo le corresponderá, según creo, a Luchetti que lo
considero muy bueno y por ello estoy contento; es además hijo de mi viejo maestro
y ello me hace poner más alegre aún.
Aprovecho esta oportunidad para agradecer a Usted tantas amabilidades como he
recibido de Usted, especialmente durante el certamen de Selección. “La Razón”, a
quien estimo como a ningún diario por su espíritu generoso y argentino es la única
expresión periodística en saber mi resolución y ruego encarecidamente no hacer
eco de ello pues puede acarrearme molestias.
Me despido de Usted con mi consideración más distinguida.
Juan D. Perón, Teniente primero