Al Sr. Carlos A Iberio Imperatrice Madrid, 5 de enero de 1970
Rosario
Querido amigo:
He recibido su carta del 15 de diciembre pasado y la larga lista de cargos que me
hace. Usted no puede imaginarse el trabajo que tengo. En el año han venido a
España no menos de 50.000 argentinos, de ellos la mitad pasa por mi casa. Los que
no vienen escriben. Yo contra todos no puedo. Figúrese que, a pesar de la riqueza
que se me atribuye, no puedo darme el lujo de tener ni Secretario ni escribientes y,
en consecuencia, soy yo sólo el que debe atenderlo personalmente todo. Por eso es
que hemos ideado hacerles llegar a las bases para que estén en claro una pequeña
revista, “Las Bases” que se la enviamos y en la que Usted y todos los compañeros
pueden tener idea clara sobre lo que el Comando Superior del Movimiento piensa
sobre los distintos momentos de la situación argentina.
Ustedes deben comprender que desde 15.000 kilómetros de distancia yo no puedo
hacer la conducción táctica del Movimiento, razón por la cual, debo tener allí una
organización que se encargue de todo lo referente a esa actividad. Para ello está el
Consejo Superior del Movimiento Nacional Justicialista, con su Secretario General
al frente, aunque se discuta o no su capacidad. De los que han habido, ninguno ha
satisfecho a todos y mientras unos dicen que es excelente otros sostienen que es
malo, pero ninguno se da cuenta que es preciso que alguna autoridad tengamos,
que se encargue de la organización y conducción. Sin una organización y una
conducción que no tener ninguna. Tampoco es el caso que estemos cambiando
todos los días de Secretario General porque entonces nos ocurrirá lo que a los
locos, que están todos los días empezando.
En la actualidad existe en Santa Fe un Delegado Provincial que es quien tiene la
responsabilidad de la conducción y organización en la Provincia, a él debe Usted
recurrir para que le aclare situación y directivas porque si yo tuviera que dar
directivas a cada uno de los dirigentes peronistas, no lo podría hacer por falta
material de tiempo y posibilidades. Es preciso que entremos de una vez por todas
en una organización, porque de lo contrario, la conducción es totalmente
imposible. El Señor Bonino, Delegado de Santa Fe, recibe las directivas del Consejo
Superior del Movimiento Nacional Justicialista, el que a su vez las recibe del
Comando Superior del Peronismo. En esa escala es la única manera de poder
enterar y coordinar todo el movimiento en la acción que ha de desarrollarse. Pero,
si porque a uno no le gusta la cara del Delegado o del Secretario General, se pone
sin más en contra, deberemos llegar a la conclusión que el Movimiento Peronista
no se puede manejar de ninguna manera.
Ustedes deben comprender que la lucha debemos hacerla contra los enemigos y no
contra los compañeros, porque de lo contrario, los únicos que ganan son nuestros
adversarios, que ven facilitada su tarea. En la lucha, debemos comprender que, nos
guste o no, “para un peronista no debe haber nada mejor que otro peronista” y por
extensión, todos los que luchan contra la dictadura militar que azota al país,
debemos considerarlos como compañeros de lucha. Lo contrario llevará
directamente a una anarquía, de la que los únicos que sacarán ventajas serán los
enemigos que pretendemos combatir. Toda la energía que se emplea en combatir a
los compañeros es negativa y debemos emplearla contra el enemigo común si
queremos realmente ser efectivos en la acción.
Usted me pregunta sobre el compañero Ongaro: él está en la lucha contra la
dictadura, nosotros también, qué duda puede haber que es un compañero de lucha
y que debe ser considerado por todos nosotros como tal. Me pregunta también
sobre lo que pasa en la C.G.T., cosa que más bien debería preguntarle yo a Usted.
No sabe acaso que algunos dirigentes han traicionado al Movimiento al declararse
“colaboracionistas” de la dictadura y que las “62 Organizaciones” están haciendo lo
posible para neutralizar su acción y conseguir que la nueva C.G.T. sea de los
trabajadores y no una Central Obrera sometida a la dictadura? En consecuencia,
creo que no hay nada que preguntar: hay que estar con todo con las “62
Organizaciones”. En cuanto a la actitud en el futuro, no es menos claro que, si el
Movimiento Peronista, se enfrenta a la dictadura, todos los peronistas, les guste o
no la cara del Secretario General, deben apoyar lo que la conducción táctica
determine en cada caso. Lo contrario es favorecer a la dictadura militar que
pretendemos combatir, se lo haga por una o por otra causa. Los que están viviendo
allí, no pueden aducir que no están en claro porque, si yo a 15.000 kilómetros lo
estoy, cómo podría explicarse que Ustedes allí no lo están?
Como ve amigo Imperatrice, el asunto es más simple de lo que a Usted le parece,
todo depende en realizar la lucha sin ocuparse de cosas superfluas de carácter
interno, porque una cosa es luchar por el Movimiento y otra muy distinta no
someterse a una conducción de conjunto, que es lo único que puede darnos
soluciones también de conjunto. Nadie ha de realizarse en un Movimiento que no
se realice. En consecuencia, superando todos los inconvenientes, es preciso que nos
demos cuenta que luchar siempre es someterse a una disciplina y a una
armonización y coordinación de conjunto. El que pretende luchar por su cuenta no
sólo no llega a nada sino que termina por ser negativo aún para su propia causa.
Yo, como Jefe del Movimiento, tampoco hago lo que quiero sino lo que debo. Soy
un peronista más, que tiene la responsabilidad del conjunto pero, no procedo jamás
discrecionalmente, por mis deseos o mi pasión. Cuando tengo algo que resolver, lo
hago apreciando fríamente la situación y resuelvo lo que más pueda convenir al
Movimiento, me guste o no. Tampoco procedo con los hombres de manera
discrecional, ni tengo compromisos ni obligaciones con nadie: yo me debo al
Movimiento pero no a cada uno de sus hombres. Estamos viviendo días difíciles
porque nos acercamos a la decisión que desde hace tanto tiempo estamos
esperando y es preciso que yo tenga la cabeza libre para apreciar y resolver.
Sobre las fotografías que me había encargado hace ya dos años, Usted comprenderá
que después de tanto tiempo, con todo lo que yo tengo que hacer, más todos los que
piden personalmente y por carta, se me haya olvidado y no tenga ya ni la lista de los
nombres. Por otra parte, fotografías no se pueden mandar por correo porque las
destruyen allí en el Correo antes de llegar. No hay tal “ingratitud” como Usted dice,
ni tampoco falta de cortesía como refirma, sino imposibilidad de satisfacerle, dadas
las circunstancias. Tengo pedidos por más de 10.000 fotografías lo que está parado
por imposibilidad material de hacerlas y menos aún de remitirlas. Yo recibo
diariamente más de cien cartas y soy solo para todo. Mi pobre Señora se pasa el día
leyendo cartas y franqueando correspondencia. Usted imaginará que, frente a todo
esto, yo también tengo derecho a descansar un poco.
Bueno amigo, creo haber satisfecho todas sus inquietudes y tratado de levantar
todos sus cargos. No deje de contactarse con los compañeros que tienen las tareas
de la organización y conducción del Movimiento y podrá disipar sus inquietudes,
mucho mejor que lo que lo podría hacer yo desde aquí. Es preciso que los
peronistas se vayan dando cuenta de la necesidad que sean ellos los que hagan la
lucha, con iniciativa y decisión, sin necesidad de recurrir a la consulta previa al
Comando Superior Peronista, cuya misión no es la conducción táctica sino la
estratégica, que nada tiene que ver con las pequeñas cuestiones domésticas que se
producen en el Movimiento.
Le ruego que salude a los compañeros y acepte, junto con mi saludo, mis mejores
deseos de prosperidad y ventura para el año que se inicia.
Un gran abrazo.
Juan Perón