Al Sr. Enrique Pavón Pereyra Madrid, 30 de julio de 1966
Buenos Aires
Mi querido amigo:
He recibido su carta del 15 de julio pasado que contesto y le agradezco las
informaciones que me hace llegar. En cuanto se refiere al compañero y amigo Dr.
D. Julio Antún me place que todo sea como me dice, porque tengo de él lo mejor
como concepto peronista y mis palabras eran sólo un consejo para él, ya que por mi
aprecio me interesaba que no cometiera errores. Yo sé de sus valores como
dirigente político en Córdoba y tengo también concepto formado en los que lo
atacan, en especial de Obregón Cano, Tecera Martínez o Elpidio Torres y otros
elementos un tanto descalificados del peronismo cordobés, de manera que en nada
desmerece el amigo Antún en la comparación, ya que mis palabras sólo iban como
un consejo para evitar sectarismos que suelen ser perjudiciales a los propios que lo
practican. Espero que le haga llegar mi palabra en este sentido porque no quisiera
que interpretara mal mis palabras que no han sido de reconvención sino de
atemperamiento, ya que no tengo la menor duda de sus razones pero, aún con
éstas, en política conviene no hacerlas explotar en la cara de los demás. Los que
proceden mal sucumben víctimas de su propio procedimiento; por eso es mejor
dejar obrar a los propios hechos antes que tomarse las cosas a lo Júpiter Tonante.
He visto que, como le decía aquí, las cosas de la dictadura militar siguen de mal en
peor. Basta observar los nombramientos y los primeros pasos de los nuevos
“funcionarios” para percatarse de cómo irán las cosas en el futuro. He visto que,
como todo lo hacía prever, Alvaro Alsogaray ya ha comenzado a cometer los
mismos desatinos que lo hicieron el hazmerreír en otros tiempos y que coloca a la
dictadura en la misma triste situación que estuvo el gobierno de Frondizi. Es que
hay hombres que son fatídicos para todo y éste es uno de ellos. Con otro de esta
clase el gobierno estará enterrado para siempre. Un ignorante y mentiroso sin
ingenio será siempre fatal para funciones estatales y Alsogaray ha demostrado ya
hasta el colmo poseer esas condiciones de enterrador.
En pocas palabras, cada día se perfila más esta dictadura como cipaya y
reaccionaria, mechada de nacionalismo desfigurado, clericalismo y, sobre todo,
ignorancia. El haber pretendido colocarse en posición supraconstitucional para
perpetuar en el Gobierno a una camarilla con el poder absoluto colma toda medida.
La Constitución a los 113 años de su existencia ha sufrido el más fuerte mandoble
de toda su historia y el “Pacto Federal” desconocido puede ser el origen futuro de
una disociación nacional que va más allá de lo imaginado. Todo parece ser obra de
inconscientes e irresponsables. Veremos en que termina todo esto.
El cuento que nos quisieron hacer a nosotros, los coloca en el plano de la mayor
deshonestidad y nos invita a nosotros a que a la insidia de la captación le
contestemos con la oposición más insidiosa. Poco tardará en formarse el frente de
oposición en el que estarán todos menos nosotros por el momento, y comenzará la
lucha; los militares contestarán como siempre con la violencia y allí arderá Troya.
Ese será nuestro momento porque caerán en nuestras manos. Pero todo indica que
las cosas no han de quedar así y antes de lo que éstos imaginan se producirán
cuestiones graves dentro de las propias fuerzas que apoyan a Onganía. Todo es
cuestión de esperar atentamente. Saludos a todos los amigos.
Un gran abrazo.
Juan Perón