Al Sr. Osvaldo Maurin Madrid, 26 de enero de 1966
Nueva York
Mi querido amigo:
Acabo de recibir su amable carta del 24 pasado y me apresuro a contestarle
rápidamente, porque si la dejo pasar, me toma la “baraúnda”. No imaginará Usted
el trabajo que tengo en estos días con todo lo que pasa en Buenos Aires y en el
Movimiento Peronista. Como mi correspondencia la contesto yo personalmente y
como en estos últimos tiempos he recibido tantas cartas, han terminado por
taparme literalmente y estoy tremendamente atrasado en ella. Por eso le pido
perdón por no haber contestado aún su anterior.
Si como regresa a la Patria en febrero se encontrará muy probablemente con
acontecimientos decisivos, poco sería lo que yo podría encargarle para allá, porque
no sabemos cómo se producirán las cosas que esperamos. Ya tomará contacto con
los muchachos y tendrá mucho que hacer. Le pido sí, que si tiene oportunidad, no
deje de establecer contacto con mi Señora que se encuentra en Buenos Aires
trabajando y fuerte.
Hemos tenido algunas pequeñas rencillas internas, ocasionadas por las ambiciones
de algunos dirigentes que “están vendiendo la liebre antes de cazarla” pero no tiene
el incidente mayor importancia, aunque nuestros enemigos y en especial el
Gobierno, calculan y especulan ya sobre la división del Peronismo. Bueno va a ser
el chasco que se van a llevar. Yo siempre he estimulado la ambición de nuestra
gente porque creo que un hombre sin ambiciones no sirve; pero una cosa son las
ambiciones justas y otra las desmedidas y ejecutadas deshonestamente. Todo
tendrá su remedio a su hora.
Sobre mis viajes de retorno se ha hablado mucho pero no hay nada por ahora. Toda
esta agitación pasada ha sido una maniobra del propio Gobierno y sus órganos
publicitarios para meter miedo a los militares que se aprestan para tumbarlo, pero
se olvidan de averiguar, porque los militares están más conmigo que con el
Gobierno. De cualquier manera, como dice Usted, es publicidad gratis.
Si viaja no deje de dar mis saludos a todos los peronistas de Nueva York y de
Buenos Aires, con la promesa de reafirmarlo en la Patria no dentro de mucho.
Muchas gracias por su ofrecimiento pero, en Buenos Aires hay tanto que hacer por
el Peronismo que no le ha de faltar oportunidad. Isabelita le ha de recibir con
mucho gusto.
Un gran abrazo.
Juan D. Perón