Al Diputado Nacional Dr. Julio Antún Madrid, 20 de diciembre de 1965
Buenos Aires
Mi querido compañero:
Se me ha informado que el Doctor Tecera del Franco le habría insinuado a Usted
que, con referencia a fondos del Movimiento Peronista, yo habría recibido una
cantidad de dinero proveniente de dichos fondos. Como ello es absolutamente
falso, presupongo que implica en ese compañero o una mala información o una
insidiosa y aviesa intención que deseo desvirtuar en defensa de mi propia
delicadeza personal que deseo dejar a salvo de toda malidicencia desaprensiva.
Jamás he recibido un solo centavo proveniente del Movimiento Peronista y ni de
ninguno de sus hombres como tampoco de los partidos o agrupaciones que lo
forman. Hace un tiempo el compañero Bramuglia me informó personalmente que
la Unión Popular había cobrado los aportes que le correspondían en las últimas
elecciones y que de ello se había pagado los gastos y que se tenían algunos millones
de sobrante. Le dije de inmediato que debían guardar ese dinero para necesidades
futuras y no hacer uso de él sino en lo imprescindible, porque nuestro Movimiento
era pobre y no podíamos derrochar el dinero. Ha llegado a mi conocimiento
también que se han hecho suscripciones y que se han pedido aportes a diversas
personas y deseo dejar constancia que en ningún caso se lo ha hecho con
conocimiento mío y, menos, aún, con autorización de mi parte. Cuando yo he
necesitado dinero’*para mis necesidades personales lo he recibido de mis amigos y
en forma absolutamente privada y personal.
Tengo una preocupación constante por los procedimientos que, con referencia a los
fondos del Movimiento, se están siguiendo. Los fondos que perciben tanto la Unión
Popular como las demás Agrupaciones corresponden a todo el Movimiento
Peronista, por lo que se paga son los votos y los votos son peronistas. Me llegan
todos los días informaciones poco edificantes para la conducta de los dirigentes que
no comprenden que “la mujer del César no sólo debe ser virtuosa, sino que es
menester que lo parezca”.
Le ruego que salude a los compañeros. Un gran abrazo.
Juan Perón