Señor Don José Alonso Madrid, 8 de noviembre de 1963
Buenos Aires.
Mi querido amigo:
El compañero Cavalli me entregó su carta. Le agradezco su recuerdo y su saludo
que retribuyo con el afecto de siempre.
Veo por lo que me dice que está un poco “cabrero” con Algarbe, pero no debe dar
importancia al asunto porque no la tiene y tenga la absoluta seguridad de que en el
futuro cualquier cosa que llegue por Algarbe no tendrá dificultades.
Entiendo que Usted está allí en el turbión de la lucha, centro del agitado remolino
de las pasiones y de las actitudes más diversas, pero debe pensar sólo en los
objetivos porque todo tenderá a desviarlo y si Usted cede, estará perdido. No creo
que deba repetirle una vez más mi absoluta confianza no sólo en su lealtad a
nuestros principios sino también en su capacidad para llevarlos adelante en la
mejor forma.
Es natural y lógico que la lucha no sea unilateralmente con el enemigo, porque las
pasiones y la ambición están también a nuestro lado, pero cuando uno se propone
una cosa y se decide a realizarla es menester superar la pequeñez de los que
comprenden o la infamia de los que comprenden demasiado. Cuando uno tiene un
plan en marcha ha de pensar que la obra de arte no está en su concepción sino en
su ejecución, porque la mente que concibe sólo tiene que vencer dificultades y el
que realiza debe vencer la falta de grandeza de los hombres que suele ser inaudita.
He hablado largamente con Cavalli y los compañeros de “las 62” y la C.G.T. que me
han visitado y ellos podrán informarle de viva voz cuanto hemos tratado. No se
caliente y ¡adelante!
La falta de tiempo, pues me tiene a los saltos, no me permite escribirle una larga
carta; pero estos muchachos que han estado conmigo varios días le podrán decir
mejor lo que interesa. Sólo deseo insistir en la necesidad de mantener la calma y
seguir adelante con la firme voluntad de vencer. Usted tiene su misión y su
responsabilidad. Lo justo es que las defienda como Usted cree que debe hacerlo
porque para eso está en el cargo. La voluntad y la perseverancia es la parte
sustancial en toda realización.
Muchos saludos nuestros para su Señora. A Hugo del Carril le he mandado una
autorización para el bautismo de la Nena y le ruego a Usted que me represente en el
padrinazgo. Muchas gracias.
Un gran abrazo.
Juan D. Perón