Al lng. Alcides R. López Jove Caracas, 6 de noviembre de 1956
Lima
Mi querido amigo:
Contesto su carta del 30 de octubre pasado y le agradezco sus informaciones y
recuerdos, como asimismo retribuyo su amable saludo con todo mi afecto.
Me alegra que la organización del Comando se vaya concretando y que, pese a las
dificultades apuntadas pueda Usted ir despacito adelantando trabajo sobre el
mismo. En todas partes los comienzos han sido difíciles, pero hoy tenemos un
Servicio Exterior mejor que el que forman los paniaguados de la canalla dictatorial
ocupados en hacer plata, contrabandear y emborracharse.
Los resultados de nuestros muchachos en todas partes son excelentes. Estamos en
todos los países latinoamericanos y en Europa y Medio Oriente. Los exilados
funcionan mucho mejor que nuestra antigua representación diplomática formada
de mala gente, podrida en veinte años de no hacer nada que no fuera en provecho
personal. En casi todas partes le hacen la vida imposible a los representantes de la
tiranía. Un poco en serio y un poco en broma, los tienen locos. Por eso la formación
de los Comandos de Exilados ha sido de una eficacia extraordinaria en todas partes.
Sus servicios, como intermediarios de la conducción, excelentes y de gran utilidad
práctica. En la actualidad, entre todos los países, más de dos mil exilados trabajan
directa o indirectamente en estos servicios. Por eso, completar Perú es de cierta
importancia, para no dejar lunares.
Referente a las personas y sus aptitudes todo es empezar. Algunos tardan en
“entrar en calor”, pero una vez que entran suelen ser buenos. Lo principal es
empezar con cualquier cosa; verá Usted que luego todo sale sólo. Es contagioso. Me
parece bien lo del Cónsul, siempre que no nos “esté pasando”.
Le ruego que lo vea al General Noriega de mi parte, a cuyo fin le adjunto una carta;
él es muy amigo mío y puede ayudarle mucho. Lo mismo que la gente que le
acompaña.
Seoane es también amigo y si lo ve salúdelo en mi nombre. Es persona buena y creo
que allí entre los partidarios cuenta con gran predicamento. Al fin y al cabo los
Apristas son gente de nuestras ideas y coinciden con nuestros objetivos.
No se preocupe por los diarios que, en cadena, responden a la orientación de S.I.P.;
pero todo el mundo lo sabe y nadie les cree porque no ignoran que son unos
mentirosos descomunales. La actual prensa del mundo no hace ya opinión porque
todo el mundo la conoce y sabe para quiénes trabaja. Ellos empeñados en hacer la
realidad con falsedades se están cavando su propia tumba, porque cuando digan la
verdad nadie les va a creer. Afortunadamente la realidad se hace sólo con la verdad.
Podemos decir una mentira; pero no podemos hacer una mentira. El desprestigio
acabará con ellos antes que ellos puedan acabar con la verdad.
Las noticias de la Patria son cada día más optimistas para nosotros. Se encuentran
en plena descomposición de sus fuerzas, en tanto nosotros, cada día estamos mejor
organizados y preparados para lo que ha de venir. Las instrucciones se cumplen
cada día aunque los diarios de la canalla dictatorial evitan publicaciones sobre los
sabotajes, boicots, huelgas, paros, etc. Los Comandos proliferan y cada día se
intensifica y se extiende la organización. Nuestra posición intransigente está
haciendo maravillas. Los políticos no consiguen conmover ni a un sólo peronista,
salvo algunos dirigentes vividores que, dentro de nuestras filas, no arrastran ni a un
sólo hombre. Nuestros muchachos heroicos e imperturbables siguen adelante.
Saludos a los compañeros. Un gran abrazo.
Firmado: Juan Perón