1.- Que la inmoralidad ha dejado de ser un asunto aislado, privado y personal para
convertirse en un espectáculo público y corriente.
2.- Que la indecencia y el vicio han tomado carta de ciudadanía […] en lugares
públicos, calles, plazas […]
3.- Que como consecuencia lógica de esto, la moral de nuestro pueblo está
sufriendo una crisis, lo que se nota especialmente en la mujer que va perdiendo,
poco a poco, la conciencia de su dignidad.
4.- Que las autoridades municipales y policiales […] miran con excesiva tolerancia
la carrera vertiginosa […] hacia la disolución de las costumbres que son el orgullo
de nuestra raza, el honor personal y familiar, el pudor femenino. […]