La Organización Israelita Argentina, al ir avanzando por su camino, ha ido
conquistando voluntades y confirmando esperanzas en cada uno de los actos en
que hemos actuado ligados. Corresponde a mi sinceridad decir que me he sentido
ampliamente satisfecho por la labor de estos hombres en la dirección de este
movimiento y que en cada oportunidad en que la suerte me brindó el ponerme en
contacto con ellos, he salido satisfecho y con mayores deseos de obtener esa
colaboración que sirve para voltear prejuicios y para confirmar, de una vez por
todas, que en el peronismo es bien venido todo hombre de buena voluntad, todo
aquel que trabaja para la grandeza de la Patria y para la felicidad del pueblo, todo
aquel que quiere decir su verdad, sobre todo sí esa verdad está sublimada en la
nobleza de un corazón que quiere llevarla adelante para bien de todos.
Por eso en esta oportunidad quiero agradecer públicamente a esta organización
cuanto está haciendo en apoyo de nuestra doctrina y de nuestra lucha y decirles a
los compañeros de la Organización Israelita Argentina que estoy orgulloso de su
colaboración, como jefe de nuestro movimiento, movimiento de hombres decentes
y de hombres de bien que luchan para sobreponerse cada día, para ir superándose y
formar el peronismo que todos anhelamos.