Al Sr. General D. Alexis von Schwarz Mendoza, 11 de octubre de 1941
Buenos Aires
Mi querido General:
Acabo de leer emocionado el reportaje que le ha hecho la revista “Leoplán” del 8 de
octubre ppdo. Se ha avivado así mi recuerdo, entre el fárrago de cosas que tengo
aquí en mi mente, para elevar mi pensamiento al viejo y tan querido maestro de
mis años de Escuela Superior de Guerra.
He regresado de Europa y sólo he tenido tiempo de arreglar mis valijas para
trasladarme a Mendoza, donde me esperaba la Dirección del Centro de Instrucción
de montaña por largo tiempo acéfala. Ello ha sido la causa porque no me ha podido
dar el placer de visitarle y abrazarle a mi regreso a la Patria. Sin embargo, en mi
primer viaje a ésa tendré el gusto de hacerlo.
Ahora soy montañés, actividad por la que siempre he sentido una natural
inclinación. Nacido en la montaña y pasado en ella mis años juveniles, vuelvo, casi
viejo, a darle lo mejor de mis energías y de mi corta experiencia militar. Por eso
estoy contento aquí y gano horas a los días para mi trabajo.
Veo por las fotografías que usted, mi General, está muy bien y ha envejecido algo
desde la última vez que tuve el placer de verle, cuando me despedí antes de viajar a
Europa.
Por ello mis plácemes y mis deseos fervientes de la mejor salud y felicidad.
Le ruego, mi General, quiera presentar mis respetos a su señora esposa y recibir
mis más cariñosos saludos, por todos lo que lo recuerdo y lo quiero.
s/c Perú 860 – Mendoza.
Juan Perón