Al señor Félix San Martín . Santiago de Chile, 19 de diciembre de 1937
Junín de los Andes
Mi muy querido amigo Don Félix:
La crónica colonial de Chile es quizás una de las más abundantes y extensas entre
sus congéneres. Los historiadores más amplios y fundamentales de tiempos de la
Colonia en Chile podríamos decir que son: el abate Molina, fray Diego de Rosales,
el P. Ovalle, Gregorio Marmolejo, Corballo Goyeneche, Córdoba Figueroa, Olivares,
Pineda Bascuñan, Pérez García, Gómez Vidaurre, y los fragmentarios pero no
menos documentados e informados, entre los cuales se podría citar con frecuencia
a Suárez de Figueroa, Tibaldo de Toledo, Caro de Torres Villarroel, Bueno, Trillo,
Mariño de Lovera, fray Juan de Jesús María, Quiroga Rojas, González Agüero,
etcétera.
Por varias de estas obras he pasado, deseando responder a su pregunta tan simple y
sencilla; pero que se me escurría para aclarada con precisión. La mayoría de estos
historiadores coloniales son algo desordenados y sin índice. Muchos son los que
citan el pretendido “Paso de la Villarrica”, pero ninguno encontré que lo ubicara
con precisión. Vale decir, que me vi frente a la misma dificultad con que Ud., viejo
investigador, se encontró. También examiné la cartografía Hispano Colonial de
Don José Toribio Medina y el Atlas de Cano y Olmeailla en ella inserto, sin
encontrar el Paso. Otro tanto hice con los Atlas de la Historia de Don Claudio Gay.
Pero ya verá cómo encontré después la aclaración…
Los estudios sobre los araucanos y demás aborígenes están en Chile muy
adelantados. Se le puede dar el primer lugar a la cabeza de estos escritores a Don
Tomás Guevara, figurando después en primera línea el insigne Medina, Latchan,
Pérez, el P. de Augusto, Oyarzún.
Don Tomás Guevara, que fue Rector del Liceo de Temuco, ha escrito varios libros,
todos igualmente valiosos: “Psicología del Pueblo Araucano”, “Los Araucanos en la
Prensa de la Independencia”, “El Folklore Araucano”, y la más interesante y
fundamental de todas sus obras, la “Historia de la Civilización de la Araucania”, en
tres tomos de más de 400 páginas cada uno, obra en la actualidad agotada. En la
página 19 del primer tomo se ubica con más o menos precisión, el Paso de
Villarrica, cuyo párrafo copio íntegro: “Entre los ríos Allipen y Trancura que nace al
pie del volcán Quetropillan, los pasos de mayor importancia son el de Pulmarí,
llamado también del Llaima o Baren, por el camino del Fortín Antiguo —1580
metros—; el de Reigolil como a 15 kilómetros al sur del anterior, por los ríos
Trancura y Reigolil, hasta el norte; el Maichi, a 7 kilómetros del Reigolil por el
mismo río Trancura; el Villarrica o Tran-cura como a 17 kilómetros del anterior,
por los caminos del sur del lago y sur del volcán Villarrica.”
Más adelante, en la página 15, dice: “El Villarrica permanece abierto asimismo todo
el año y da salida a Junín de los Andes por el Norte y Sur del Volcán Lanín”. En las
cartas de esta obra, no figura el Paso Tromen o Mamuil Malal, que actualmente
conocemos, sino que a la altura del Volcán Lanín, existe una leyenda que dice:
“Paso de Trancura” como si, consecuentemente con el texto quisiera indicarse que
el Paso mismo (cruce de la cumbre) se llamara Trancura, mientras que a la línea
general del camino es a la que se denomina con el nombre de Paso de Villarrica. He
recalcado el valor de la personalidad de Guevara, que Usted ya conocía surduda,
para dar a su información el valor de su autoridad. Quedo a sus gratas órdenes.
Un gran abrazo.
Juan D. Perón, Teniente Coronel.